jueves, 10 de noviembre de 2022

La A.I. sabe que estamos mirando la batalla de Leuctra (371 a. C.)

 El bloguero excelente promociona el cinco de noviembre un posteo de Big Serge del cuatro de noviembre que trata de teoría militar, titulado La Historia de Batalla: Maniobra, Parte 1. 

El bloguero se centra sobre la batalla de título, que se caracteriza por marcar el final del dominio militar espartano. Sucede en ella que el ejército tebano tira por la borda las reglas de la época y organiza sus fuerzas, probabilísticamente condenadas según la teoría de la época, de tal manera que rompe el flanco derecho del enemigo y desde allí aplasta el resto. 

El mencionado bloguero remarca la importancia de la flexibilidad y el daño que trae el apegarse sin pensar a una posición (mental o física) preestablecida: si los espartanos al ver la formación del enemigo se hubieran detenido y pensado un poco para reorganizarse, probablemente no hubieran sucumbido, y por ende no hubieran causado allí el declive en su dominio.

A todo esto, el siete de noviembre, Facebook me recomienda este post del dos de noviembre donde publican la ilustración que muestro a continuación, contando esta momento, cómo aquel en el cual chocan las fuerzas del flanco izquierdo tebano de cincuenta hombres de profundidad , la novedad; contra las espartanas doce, las de toda la vida. Resultando una victoria para el estratega Epaminondas, en la que causaron más de cuatrocientas bajas a los perdedores y la muerte a Cleómbroto, uno de los reyes espartanos. Esto sin contar la caída del poder lacedemonio en la península. 

En la imagen parecen usar pesados escudos metálicos, lo que no es preciso según nos cuenta Big Serge. Solamente si el guerrero era rico, entonces le pondría un aro en el borde o lo cubriría con bronce, pero esto no era común. Se preferían los escudos livianos, de madera blanda pues no se astillaban y partían como los de madera dura.

Un comentarista en Facebook cree que esta técnica la ocupó San Martín en Maipú. Habrá que chequearlo.