martes, 25 de octubre de 2022

Guillermo Urrutia acusa de mentirosa a la música clásica

En un vivo que transmitió el viernes 21, al que tituló con la leyenda: "la música clásica miente", el susodicho explica cómo, si bien practicó todo un año esta pieza que es llamada "la sonata fácil", a él no le sale tal como quisiera. Gracioso. Pero no se queda en eso solamente, porque utiliza la situación para evangelizar, ya que esta cuestión de lo fácil y difícil lo aplica a la cuestión del traslado de un pecador al cielo.


Cita este versículo:

¿Hay para Dios alguna cosa difícil? (Gn. 18:14).

Explica que para Dios no es cosa imposible o difícil llevar a un pecador al cielo (refiriéndose a que lo lava previamente por la obra de Jesucristo, por supuesto). Pero para nosotros no es así.

Si nos esforzamos, podemos eventualmente llegar a tocar bien esta sonata, pero por más tiempo y esfuerzo que pongamos nunca podríamos llegar por ellos al cielo; nuestro pecado hace imposible esa meta. Nuestro único medio posible y nuestra única esperanza de llegar al cielo es el Señor Jesucristo.


La Sonata de referencia es aquella para piano, n.º 16 en Do mayor, K. 545, de Wolfgang Amadeus Mozart. Conocida también como la Sonata Facile o Sonata Semplice. Él la toca y a oídos de este escuchador amateur de música clásica, no sonó mal. Obviamente tuvo sus deslices, pero son sin importancia, pequeños. Tal vez esta permisibilidad sea porque seamos hermanos, pero como sea se agradece que comparta esa pieza musical, que por sí sola tiene valor. Pero ¡cuánto más acompañada de esos otros pensamientos!