Hoy, Proverbios 12 y 13:
12:2 El bueno alcanzará favor de Jehová;
Mas él condenará al hombre de malos pensamientos.
12:5 Los pensamientos de los justos son rectitud;
Mas los consejos de los impíos, engaño
12:6 Las palabras de los impíos son asechanzas para derramar sangre;
Mas la boca de los rectos los librará.
12:18 Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada;
Mas la lengua de los sabios es medicina.
12:25 La congoja en el corazón del hombre lo abate;
Mas la buena palabra lo alegra.
12:14 El hombre será saciado de bien del fruto de su boca;
Y le será pagado según la obra de sus manos.
13:2 Del fruto de su boca el hombre comerá el bien;
Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal.
12:23 El hombre cuerdo encubre su saber;
Mas el corazón de los necios publica la necedad.
13:3 El que guarda su boca guarda su alma;
Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
Los primeros versículos empiezan mostrando el fin personal del que teme a Dios, versus el del que lo menosprecia; continúan exponiendo el contraste de pensamientos y las acciones que estos producen hacia los prójimos. Los que siguen la "sabiduría de este mundo" buscan satisfacer los deseos carnales, aspiraciones propias, delirios, que terminan eventualmente en daño al prójimo, siempre justificados falsamente por los malhechores diciendo que estos no están tan mal, o incluso argumentando que está bien hacerlos por mil y una razones.
>Proverbios 21:2 Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; Pero Jehová pesa los corazones.
La vida que surge del que teme a Dios es esa medicina interior que había encontrado...
>Prov. 3:8 Porque será medicina a tu cuerpo,
Y refrigerio para tus huesos.
>Prov. 4:22 Porque son vida a los que las hallan,
Y medicina a todo su cuerpo.
El que fue obediente y tomó de la Sabiduría, eso que encontró: salud (salvación), remedio, riqueza, todas son virtudes comunicables, lo brinda a sus prójimos que se pueden beneficiar de aquella misma _agua viva_. Como Jesucristo decía:
Juan 4:14 mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Juan 7:38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Pero aquellos que lo rechazan, están condenados a la sed eterna:
Jeremías 2:13 -Parafraseado-: Porque dos males han hecho: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.
