viernes, 9 de diciembre de 2022

Proverbios 9: El que corrige al escarnecedor

El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta;

El que reprende al impío, se atrae mancha. No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca;

Corrige al sabio, y te amará. Da al sabio, y será más sabio;

Enseña al justo, y aumentará su saber. El temor de Jehová es el principio de la sabiduría,

Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia. Porque por mí se aumentarán tus días,

Y años de vida se te añadirán. Si fueres sabio, para ti lo serás;

Y si fueres escarnecedor, pagarás tú solo.

- Versículos 7 al 12.


Jesucristo lo dijo de otro modo:


No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.

Mateo 7:6



¿Por qué esta sociedad no progresa? ¿Por qué siguen habiendo grietas, disensiones tontas y peleas entre hermanos?

Porque nos degradamos. Ya no somos hombres, somos más bien hombres-perro, hombres-cerdos. Cuando nos dan algo valioso lo embarramos. Esta es nuestra naturaleza actual.


No se pueden apreciar (ni por lo tanto crecer en) la sabiduría y la inteligencia si no cambiamos de naturaleza. Y el mensaje de Cristo tiene ese poder, de despertar de ese encantamiento al inmundo para que reflexione. El sujeto ahora puede elegir entre volver al mundo de los sanos y ser hombre digno o continuar su existencia en la inmundicia, directo al matadero. Solamente Cristo puede transformar el alma de un hombre-cerdo o un hombre-perro.

¿Para qué vivir revolcándose en el cieno de este mundo?


Dice a cualquier simple: Ven acá.

A los faltos de cordura dice: Venid, comed mi pan,

Y bebed del vino que yo he mezclado. Dejad las simplezas, y vivid,

Y andad por el camino de la inteligencia.

Proverbios 9:4-6