Ayer, en Proverbios 4:
Tus ojos miren lo recto,
Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.
- Versículo 25.
Hoy, en Proverbios 5:
Ahora pues, hijos, oídme,
Y no os apartéis de las razones de mi boca.
Aleja de ella tu camino,
Y no te acerques a la puerta de su casa;
Para que no des a los extraños tu honor,
Y tus años al cruel;
No sea que extraños se sacien de tu fuerza,
Y tus trabajos estén en casa del extraño;
Y gimas al final,
Cuando se consuma tu carne y tu cuerpo,
Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo,
Y mi corazón menospreció la reprensión;
No oí la voz de los que me instruían,
Y a los que me enseñaban no incliné mi oído!
Casi en todo mal he estado,
En medio de la sociedad y de la congregación.
- Versículos 7 al 14.
Las Ss. Escrituras usan el término griego original "porneías" para identificar el pecado de inmoralidad sexual. En Apocalipsis dice que todos los de Babilonia se han embriagado de su "porneía", que tranquilamente podríamos imaginarnos con la tecnología actual cómo eso es posible.
Algunos se preguntan por qué la gente anda tan esclavizada, parece que ni siquiera se dan cuenta de sus cadenas.
La pornopandemia es una de las mayores causas. Debilita el espíritu del hombre y queda esclavizado al proxeneta de la gran ramera, que en última instancia es Satanás. Todos los proveedores de esta porneía tienen su parten el lago que arde con fuego y azufre. Pero ahora miremos hacia los consumidores, millones ojos, voluntariamente, de su propia concupiscencia, buscan en internet el producto que los debilita y esclaviza. También, si no se arrepienten, tendrán su parte en el castigo eterno.
Pero el que teme a Dios, se apartará del mal.
